domingo, 13 de diciembre de 2009

Pesca comercial

La pesca comercial es el término aplicado a las actividades relacionadas con la captura de peces o mariscos con finalidad económica. La pesca es fundamentalmente marina, pero también se lleva a cabo en los grandes lagos y ríos. Las pesquerías o caladeros más productivos se extienden desde la costa hasta el borde de la plataforma continental, que se sitúa a una distancia de tierra de unos 80 km. Las pesquerías son especialmente productivas en zonas de corrientes emergentes, donde suben a la superficie aguas profundas frías y ricas en nutrientes. La captura de ballenas, moluscos y crustáceos y la recolección de algas como la laminaria gigante también se consideran parte de la industria pesquera.
Originariamente era el sustento de algunas poblaciones costeras o isleñas. Actualmente se han industrializado los sistemas de pesca, aunque en algunos países se siguen usando artes de pesca tradicionales o artesanales, para la obtención de recursos hidrobiológicos. Según el fin económico, la pesca se puede distinguir entre la pesca artesanal y la pesca industrial.
Principalmente, habría que dividir esta actividad en dos grandes grupos: uno sería el de la pesca que se practica en aguas continentales y otro el de la que la actividad se desarrolla en la masa de agua oceánica. Esta distinción suele realizarse también a nivel legislativo, ya que esta actividad esta regulada por los diferentes estados del mundo, correspondiendo las competencias en la materia a diferentes estados o administraciones.

Marítima u oceánica
Este tipo de pesca se divide en pesca de costa y pesca desde embarcación. Actualmente, la pesca desde embarcación ha quedado mayoritariamente como pesca comercial, ya que debido a su inversión, equipamiento y costo, no es accesible para la mayoría de personas que deseen practicarla como afición. No obstante, existe gran número de aficionados en esta modalidad.
Por el contrario, la pesca desde la costa o la playa, y debido a su menor número de capturas, deja de ser comercial, por lo que esta modalidad pasa a ser practicada como ocio o deporte.
La pesca submarina, que tuvo su origen en la captura de ostras, actualmente es de ámbito deportivo en lo referente a pesca de especies piscícolas.


TIPOS DE PECES CAPTURADOS:
En los caladeros marinos se pescan dos tipos de peces: los de aguas superficiales y los de aguas profundas. Los primeros suelen migrar con las estaciones y se desplazan en grandes bancos; es el caso del atún, el salmón, la anchoa, la sardina y el arenque. Los de aguas profundas frecuentan los fondos del océano y son menos gregarios; buenos ejemplos son el bacalao, el halibut, el lenguado, el eglefino o la platija. Los invertebrados son muy abundantes en el océano, pero sólo representan un pequeño porcentaje en el peso de las capturas; se pescan fundamentalmente en aguas poco profundas. Las especies de mayor importancia comercial son las ostras, los crustáceos y los moluscos, como las almejas, las langostas, los cangrejos, los camarones y los calamares o pulpos.
MÉTODOS DE PESCA:
En la pesca comercial, las redes se echan cerca de la superficie o se arrastran a lo largo del fondo; la red de superficie más eficaz es la red de cerco, una red larga semejante a una cortina colgada de flotadores, que se arrastra en círculo alrededor de un banco de peces y después se cierra por el fondo tirando de un cabo como si fuera una bolsa. La red de enmalle tiene unas mallas con el tamaño justo para dejar pasar la cabeza del pez y enganchar las agallas; generalmente este tipo de redes se deja a la deriva en la superficie, pero en ocasiones se anclan al fondo para pescar especies que habitan a una profundidad mayor. Las redes de arrastre sirven para capturar peces de aguas profundas, como el bacalao, y son las más importantes en la pesca comercial; tienen forma de calcetín y son arrastradas por dos grandes cables.
Los palangres, utilizados para capturar peces de superficie (como el atún) o de profundidad (como el halibut), son cables largos y pesados a los que están unidos sedales auxiliares con anzuelos en los que se coloca un cebo. Pueden tener varios kilómetros y suelen fijarse a una boya anclada o arrastrarse desde el barco. Una vez cargados, los palangres se suben a cubierta mediante cabrestantes. Véase Barcos pesqueros; Arte de pesca.
Los mariscos de aguas profundas, especialmente los bivalvos, como las almejas, se recogen mediante dragas mecánicas. Más cerca de la costa, las ostras también se recogen con dragas o con pinzas de gran longitud. Las almejas intermareales se capturan en marea baja con rastrillos de dientes largos. Los cangrejos se dragan o se atrapan en nasas llamadas cangrejeras. Las langostas y los bogavantes se capturan también con nasas de madera o alambre denominadas langosteras

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